jueves, 4 de diciembre de 2014

Ausker


-Prométeme que lo harás.
-No puedo...
-Hazlo... por mí,  debes ser fuerte. No te dejes engañar, la batalla no acaba con el estallido del último cañón.
-Por favor, no te vayas, no me dejes.
-Te prometo que volveré.
-¿Cómo sé que lo harás?
Me acerco y suavemente le susurro unas palabras al oído tan débilmente que apenas las oye, un nombre, mi nombre. Pues aquel que lo conozca poseerá cierto poder sobre mí. Tengo muchos nombres que me han sido atribuidos a lo largo de los siglos por los hombres, el Demonio de las Sombras, la Reina de los Lobos, la Asesina sin nombre, la Dama de Hielo. Todos ellos me los he ganado a pulso durante milenios. No soy una diosa, no soy eterna, simplemente inmortal. Recorro el mundo de puntillas, actuando donde se me requiere y sin tomar partido. Hace poco encontré una leyenda que narraba lo siguiente: Ausker, la Dama de Hielo, ángel desterrado del mismísimo cielo el cual cayó al mar en medio de una tormenta que congeló su corazón, desde entonces vaga por el mundo asesinando a aquel que se cruce en su camino, su rostro está vacío de toda emoción y los que la han visto afirman que no posee ninguna clase de compasión ni muestra sentimiento alguno. He inspirado temor, admiración e intriga en los corazones de los mortales, jamás hice nada para revocarlo. Las madres de los países del norte impiden a sus niños salir de noche por miedo a que Ausker aparezca y por la mañana solo se encuentren sus cuerpecitos congelados en la nieve. Pero esto no es del todo cierto, he amado y he perdido tantas veces que ni las recuerdo; he hecho cosas horribles a lo largo de mi vida, pero soy producto de mis circunstancias pues mi padre me enseñó a ser como soy. Me enseñó a no doblegarme ante nadie y me convirtió en un monstruo. Muchas de las lecciones que aprendí con él me han ayudado a sobrevivir y a no sentir llegado el momento, siendo esto así... ¿por qué deseo quedarme?¿Por qué no puedo simplemente marcharme? Levanto la mirada y observo sus ojos, se están cubriendo de lágrimas.
-Por favor...
Quiero decirle que sí, que me quedaré a su lado hasta el fin de los días, pero no debo.
-Volveré para recuperarlo.
Me doy la vuelta y comienzo a avanzar hacia el interior del bosque, noto su mirada clavada en mi espalda, pero no debo ceder, no debo mirar atrás.
Instantes antes de perderme entre la espesura escucho un susurro arrastrado por el viento.
-Nunca te olvidaré.
Me detengo un segundo y con una sonrisa me interno en el bosque dejando atrás al que seguramente sea el amor de mi vida.


Bueno, ¿qué os ha parecido? Es una historia que siempre he querido empezar, pero nunca he tenido tiempo así que he decidido subirla a trozos. Si os interesa seguirla, estará en la etiqueta que lleva el nombre de esta entrada.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado, sinceramente me parece que escribes muy bien. Si con solo una página ya me has enganchado... Espero las siguientes con ansias.

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    1. Muchas gracias, de verdad. Haré todo lo posible para que el resto de páginas sean tan buenas como esta

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  2. Anónimo19:06

    Me ha encantado, y creo que la historia tiene mucho potencial, sigue así!!

    Un beso muy grande de parte de tu primo ;)

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