viernes, 14 de noviembre de 2014

Reencuentros

Tras unas largas vacaciones plagadas de nuevas experiencias llegan las clases y con ellas los reencuentros entre los compañeros que llevan dos meses sin verse. Gracias al bachillerato que estoy cursando tengo a los mismos compañeros que el año pasado y estoy muy contenta. De nuevo vuelven a lanzarse las miradas cómplices, los abrazos perdidos y los besos olvidados. Una tras otra se van sucediendo las historias de verano y entre sonrisas nos preparamos para comenzar el nuevo curso. Durante estos minutos de efusividad cualquiera que abriera la puerta quedaría deslumbrado por la luz que irradian cada una de las Estrellas que flotan en el aire. Tras las primeras clases siempre llega el recreo y en él más historias, más abrazos, más de todo.
Van pasando los días y la rutina se va apoderando de cada uno de nosotros, cuando luchas contra eso afloran nuevas personalidades incentivadas por el estrés y la presión de Selectividad. Las miradas cómplices se pierden en el camino, los abrazos se olvidan, los besos se ignoran. Poco a poco te vas dando cuenta de que las cosas han cambiado y pierdes la esperanza. Pero oh, sorpresa! En los diez minutos entre sexta y séptima aparecen pequeñas conversaciones que poco a poco reavivan el espíritu de la gente (el mío entre ellos) y por consiguiente las Estrellas vuelven a flotar, aún débiles pero ahí están.
En dos meses suceden muchas cosas, tenedlo en cuenta y no deis nada por sentado.


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