Historia sobre un final

Ya ha llegado el jueves y toca una de mis pequeñas Historias, hoy no ha sido un día especialmente bueno y la clase de Historia a última no lo ha mejorado así que esto es un poquito siniestro. Espero que os guste.

Ya no quiero sentir nada, tan solo el aire acariciando mi piel como si quisiera consolarme.

Solo quiero que todo esto acabe, que todo lo que siento se desvanezca como la niebla eliminando todo el dolor de mi vida.

Aún tengo en los oídos el sonido de la razón por la que he venido hasta aquí escapando de mi casa, mis padres volvían a discutir. Llevan discutiendo desde que tengo conciencia, ya sea porque mi padre llega demasiado tarde a casa, porque no podemos mantenernos a flote y, a veces' discuten por lo mucho que discuten. Es horrible, día a día oigo a mi madre llorar por las noches y me encantaría poder ir a consolarla, ir a decirle que no pasa nada que yo estaré a su lado. Pero no puedo. Mi padre ha puesto un pestillo que solo se abre por la parte de mi puerta que da al pasillo, así evita escapadas nocturnas, una vez llegan las 11 de la noche me obliga a entrar y me encierra hasta las 7, por suerte son las 10:30 p.m por lo que aún no me van a buscar (dudo que, mientras discuten se acuerden de mí).

Tengo mucho miedo, miedo a volver, miedo a las peleas, miedo a afrontar la realidad. No me considero una cobarde por lo que voy a hacer, es solo un método para escapar de esta horrible realidad.

Levanto la vista hacia el cielo estrellado, cierro los ojos y llorando en silencio me precipito al vacío.

-Lo siento

Primavera: flores y Estrellas

Ha llegado la primavera y con ella las lluvias, las flores, las fresas, las alergias y como no numerosas Estrellas.

No estoy muy segura de cuáles son los factores que hacen que en esta época del año las hormonas se revolucionen y hagan que estemos todos de buen humor y más cariñosos (vale, hay excepciones).

Estos días cuando salgo a la calle siempre veo a alguna pareja cogida de la mano dando un paseo o a un grupo de amigos riendo juntos. También veo a niños en el parque jugando juntos o con sus perros. ¿Creéis que las mascotas pueden regalar Estrellas? Yo creo que sí, porque ¿acaso un perro (por poner un ejemplo) cuando estás triste no se acerca y se tumba a tus pies? Pues claro, ese acto de cariño infinito, esa capacidad de sacarte una sonrisa tan solo con mirarte a los ojos, es también una forma de regalar Estrellas. Puede que ellos no sean del todo conscientes de lo que hacen, puede que sí, no lo sé; pero lo que sí os puedo asegurar que esas Estrellas son las que más brillan y las que más duran porque son regaladas a raíz de un cariño especial, de una lealtad sin igual y debemos responderles de la misma forma.

Quiero decirles a esas parejas que aprovechen ahora que hace bueno para mostrar su amor al mundo porque tienen la excusa de la primavera, quiero decir al resto que ahora es el momento perfecto para decirle a esa personita especial de tu vida lo que sientes, y también decir que los que viven enfadados con el mundo deberían aceptar las Estrellas que les dan, darles una oportunidad. Todo esto son pequeños consejos que el que quiera los sigue y el que no quiera pues no (no soy muy buena en estos temas pero lo intento).

Ya se acerca el jueves por lo que tendré que escribir una de mis pequeñas Historias, espero que os guste.

Y recordad, recibir Estrellas es genial, pero es mejor aún regalarlas.

Nunca eliminéis la sonrisa de vuestra cara e intentad ser felices.

Bienvenidos

Hola, bienvenidos a mi mundo.

Soy una de esas personas en las que nunca te fijas cuando vas andando por la calle, de esas personas que se pierden en sus ensoñaciones. Mi pasión es la lectura, vivo para leer, si algo merece ser llamado libro me lo leo sin dudarlo un instante. Otra de mis grandes pasiones es la de escribir, escribo de todo, pero mi gran reto es escribir esos pequeños detalles de la vida que la gente olvida porque creen que solo los grandes momentos merecen la pena ser recordados: el día que empiezas el curso, el primer beso, la primera saga a la que te enganchas, la primera vez que te vas de fiesta, tu primera matrícula en una asignatura.... todas estas cosas son importantes, ¿pero que hay de esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles, que forma la magia del día a día? Pues, básicamente, se pierden en el olvido porque no les damos importancia.
Pues para eso estoy yo, para recoger esos pequeños momentos y plasmarlos en el papel (ahora en formato digital), intentaré buscar pequeños momentos de magia que ocurren día tras día y hacer que se entere todo el mundo. No prometo el cielo y las estrellas, prometo sinceridad.

Historias en Historia

Este va a ser un apartado que no tiene mucho que ver con las Estrellas, pero tened en cuenta que una vez a la semana tengo clase de Historia a séptima y entre el hambre, el sueño y el aburrimiento (el profesor es horrible) necesito entretenerme con algo.

Todos esos días voy a escribir en clase una pequeña historia y os la pondré aquí. Es un experimento a ver cómo sale...

Pero no todo en clase de Historia es hambre y aburrimiento, se pueden encontrar pequeñas Estrellas que se ocultan en miradas furtivas intentando evitar la profunda mirada del profesor.

Miradas furtivas, promesas silenciosas, planes escritos en el aire y suspiros perdidos entre las diversas explicaciones y preguntas. Por cosas como estas merece la pena levantar la vista del papel en el que escribo. Cuando miras hacia los lados puedes ver a gente durmiendo o haciendo cosas que no tienen nada que ver con la clase (como yo a veces, of course) pero, también puedes observar pequeñas, diminutas Estrellas que viajan discretamente de una punta a otra de la clase.

Esas Estrellas al tocar el timbre se evaporan, pero otras muchas se crean brillando más que las que se han ido.

Espero que las pequeñas Historias en Historia os guste leerlas tanto como a mí escribirlas y deseo que encontréis durante el finde muchas Estrellas que hagan que vuestro corazón se acelere y os falte la respiración.

Estrellas

Antes os he comentado que lo que voy a tratar de hacer es recoger esos pequeños momentos de magia que ocurren día a día, pues bien, he decidido que los voy a llamar Estrellas porque al ser tantos no les damos importancia y cada uno brilla con luz propia (como las estrellas del cielo).

Hay también personas (me cuento entre ellas) que regalan Estrellas, estas personas no solo se merecen que las queramos y las apreciemos, se merecen que les devolvamos Estrellas. Por ejemplo, esa señora mayor que te encuentras siempre cuando vas a clase que te lanza una sonrisa y te dice "Buenos días" de la que nuca recuerdas el nombre pero que ella se sabe el de toda tu familia, o el beso que le damos a nuestros padres (pareja en el caso de que vivas con ella). Ese "Buenos días", ese beso improvisado lo convertimos en una rutina que repetimos como robots hasta la saciedad sin darnos cuenta de que es algo más, eso es lo que os quiero demostrar y quiero que os deis cuenta de que son importantes.

No lo olvidéis, regalad Estrellas a la gente así ayudaréis a mantener la magia que aún queda en el mundo; la magia del día a día, la magia de las personas.